Saber hermosa mujer que mi voz es solo para usted,
pero mi voz su nombre pronunciar ya no puede más.
Desesperado por tal suceso mis manos se postraron en mi
garganta y se deslizaron hasta mis labios que a usted le pertenecen y, así, mi
voz convertida en esfera de luz fue extraída quedando suspendida en las palmas
de mis manos para descifrar el suceso
mencionado.
Mire en ella y logre ver mi corazón latir por usted, inmediatamente
comprendí que su estancia a mi lado va
mas allá de una sola presencia, que al
llamarla mi corazón desea expresarse
en usted y que su nombre ya no la describe para mí.
Es por eso hermosa mujer que de nombre la cambiare, a partir
de hoy Amor-Citó la llamare.
Sé que amor no es su nombre, pero su nombre cita el amor de
mi corazón hacia usted y al citar dicho amor a través de su nombre Amor-Citó la llamare.
“Amor-Citó”
Marcos Santiago
Relatos V.1
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