EL HOMBRE INVISIBLE

Quiero protegerte,
no porque no puedas hacerlo,
sino porque es mi deber como enamorado.

Quiero invitarte la cena,
abrirte la puerta,
acomodarte la silla,
escuchar atento a tus palabras,
felicitarte,
aconsejarte si me es posible,
darte mi abrigo cuando tengas frío,
cuidarte por los caminos que recorramos,
entregarte flores cada semana...
quiero hacer todo esto
no por modismos o clichés,
sino por honrar tu belleza,
belleza femenina de diosa creadora,
belleza de mujer resplandeciente en plenitud de su esencia.

Quiero otorgarte mis brazos como refugio,
mi espalda como apoyo,
mis ojos como espejo,
mi pecho como costal de golpeó
para esos días que ni tu misma te entiendes.
Pero mientras ese momento llega
te veo a distancia,
te protejo como puedo
te velo en mis sueños.

Lamento que aún no recibas este trato,
lamento que ningún hombre se atreva hasta este momento,
a otorgarte el respeto y la delicadeza que tu ser amerita.

Yo desde siempre me he querido entregar a ti,
porque no estoy viendo lo hermoso de tu figura,
estoy viendo la belleza de tu esencia que te habita más allá de una imagen estética,
porque desde antes de tu llegada yo ya te esperaba,
porque antes de presentarme yo ya te conocía,
pero invisible soy aun ante tus ojos.


MARCOS SANTIAGO
Poesía Imperfecta
Serie Invierno.




No hay comentarios:

Publicar un comentario