SOY PRACTICANTE

Recientemente me di cuenta que para mi desarrollo es fundamental evolucionar, evolucionar de APRENDIZ a PRACTICANTE, ya no más el ser solo aprendiz, dejar esa personalidad y pasar al siguiente nivel del aprendizaje.

La cuestión era... ¿como hacerlo?

Me dispuse a meditar, deje que las imágenes evolucionaran por si solas, se manifestó en mi un niño no mayor a 8 años, me empezó a hablar y lo escuche con toda la atención posible:

"Todo acto del hijo debe ser aprobado por el padre y contar con la bendición de Dios"

Abrí los ojos y comprendí que las enseñanzas Católicas/Apostólicas/Romanas que tuve en la infancia, aun tienen pesó en mi, decidí no pelearme con eso, no en esta ocasión.

Hace poco tiempo aprendí que aquellos programas psicoemocionales que antes nos afectaban, podrían ser herramientas útiles para nuestro caminos de desarrollo, esta ocasión la vi como una oportunidad para hacerlo, si necesito una aprobación y una bendición para que mi inconsciente quede tranquilo y favorezca esta empresa... pues iría por ellas.


Al día siguiente, le comente a mi Madre que había decidido  practicar todo en cuanto haya aprendido y que deseaba su aprobación; aun sin comprender claramente el porqué y para qué de ello... me la otorgo.

Posteriormente me dispuse a ir a la Catedral Metropolitana, al encontrarme con un acólito le pedí de favor que me guiara con un Padre ya que deseaba consultarle algo; me llevo con el único Padre que se encontraba disponible a esa hora.

Al encontrarme frente a él, le comente que deseaba la bendición de Dios Padre (que para mi Dios es el incognoscible DIOS/UNIVERSO/CONCIENCIA/ENERGÍA) para emprender mi camino como PRACTICANTE.

Me cuestiono sobre mi profesión, mis actividades, mis metas.... Después del interrogatorio me pidió que esperara, paso una hora, comenzó la misa, la ultima del día, misa que oficiaba él mismo. Decidí quedarme y formar parte de la misa, en el momento de la comunión me pidió que tomara lugar al final de la fila, en el momento de mi turno el Padre tomo una Hostia, la remojo en vino y antes de otorgarmela me dijo:

"La bendición de Dios en tus actividades radica en la comunión con él, has todo con él, sin él nada, ve y ayuda a tu prójimo"

Ingerí la Hostia, la coloque en mi paladar, tardo en disolverse lo que restaba de la misa, al terminar de desaparecer el ultimo fragmento le declare a mi inconsciente -he aquí la aprobación y bendición que necesitábamos, ahora... ¡A TRABAJAR!-


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